Sarandí ganó y es el campeón de la primera rueda de la Divisional “B”

Si bien es cierto no fue una fácil victoria para el equipo verdiblanco, logró imponerse por dos a cero con un gol casi en la hora de penal que fue el segundo y que marcó la diferencia en el partido.
Es que Ansina debió afrontar casi todo el partido con diez jugadores por la expulsión de Fabián Robles al dirigirse con tono ofensivo al árbitro del partido a poco de haber comenzado.
El tricolor de la Cuchilla del Fuego volvió a carecer de peso ofensivo pero estuvo firme y seguro en el fondo donde Sarandí no pudo entrar hasta los doce minutos del segundo tiempo cuando se produce el tanto de apertura.
Recién allí llegó la tranquilidad para Sarandí que, de todas maneras había sido más a lo largo del partido pero sin concretar en el arco rival.
Una victoria que le permite a los verdiblancos el título de la primera rueda, lo que si bien no le asegura el ascenso definitivo, lo deja en camino a lograrlo.
Todos los puntos que jugó los ganó y difícilmente esa tendencia se modifique en el transcurso de la segunda rueda que ya comienza este fin de semana.
Hoy, y desde el punto de vista reglamentario, los verdiblancos son semifinalistas del certamen y para no lograr el ascenso con los puntos que hoy tiene tendrían que perder la segunda rueda y también la tabla acumulada, recién allí jugaría la semifinal con quien lograra el título de la segunda rueda y después, en caso de ganar no solo estaría ya en la Divisional A sino que debería jugar la final del certamen con el que hubiera logrado la tabla acumulada.
Son pocos puntos en disputa para absorber la distancia que hoy tiene Sarandí con sus rivales y eso le estaría asegurando, en la mitad del campeonato, el ascenso a la A para la próxima temporada.

A PURO ENTUSIASMO
Parecía casi imposible que Artigas pudiera llegar al tanto del empate.
Los minutos finales fueron realmente dramáticos para un lado y el otro porque luego de un primer tiempo casi intrascendente, con escasas jugadas, con poco fútbol y muy pocas ganas de un lado y del otro, en el complemento todo cambió.
Es que el gol de Eduardo Antúnez marcaba un hecho de suma importancia en el futuro del partido.
Nacional fue confirmando la victoria con un golero seguro, una línea de fondo expeditiva y un mediocampo que supo manejar la pelota ante la desesperación de los tricolores del Pueblo Nuevo.
Sin embargo llegó lo que no estaba en lo previo, que las ganas y todo el entusiasmo puesto por la mayoría de los jugadores de Artigas, fue lo que en definitiva llevó al equipo adelante, a los ponchazos, sin fútbol pero con un pundonor realmente importante.
Tanto es así que cuando llegaba la última pelota al área de Nacional, Artigas merecía la conquista que finalmente se dio porque el golero de los tricolores de calle Brasil se quedó con las manos vacías y no lo desaprovechó Edison Rodríguez para empatar el encuentro.