Rivera, jueves 18 de abril de 2024
Escuelas de tiempo completo y extendido:

Primaria proyecta que más de 400 escuelas funcionen en jornada completa para 2020

“La red escolar de Primaria, 2.300 edificios, está bien distribuida y cubre necesidades. Tenemos el mandato de extender el tiempo y mejorar la calidad de los locales”, dijo el consejero Héctor Florit en relación al incremento de escuelas de tiempo completo y extendido que alcanzan las trescientas en el país. Este período cerraría con cuatrocientas o cuatrocientas cincuenta centros de este tipo.
El consejero de Educación Inicial y Primaria, Héctor Florit, resaltó la importancia de las escuelas de tiempo completo y de tiempo extendido, así como sobre las proyecciones de obras para este quinquenio respecto a esta modalidad. El modelo se aplica en forma creciente, lo que implica la concreción de edificios adecuados. Por tanto, el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) concreta inversiones en obras nuevas o ampliación de locales.
Si bien el proyecto de Presupuesto aún se encuentra a estudio parlamentario (actualmente en la Cámara de Senadores), las autoridades de Primaria consideran posible mantener el ritmo con el que trabajó en los últimos cinco años.
Florit resaltó que, en tal período, el número de escuelas en las diversas modalidades de extensión del tiempo varió de doscientas a trescientas escuelas, tal como se había prometido.
Para este período se programa una transformación de alrededor de veinte o veinticinco escuelas anuales de tiempo simple a tiempo completo. Estas transformaciones también estarán acompañadas por el pasaje de jardines de infantes de cuatro horas a siete horas y media, es decir, jardines de jornada completa.
El funcionario manifestó confianza en que al final de esta administración la cifra se acerque a unas 400 o 450 instituciones de jornada completa.
“Una propuesta del Centro de Investigación y Documentación Educativa (CIDE) de mediados de la década del ‘60 hoy es un objetivo logrado y es que el 20% de la matrícula urbana tenga la alternativa de jornada completa. Esto tiene diferencias según los departamentos pero promedialmente estamos muy cerca de ese objetivo”, sostuvo.
La relación entre obra nueva y refacción es de tres o cuatro escuelas remodeladas por cada una o dos obras nuevas. La situación varía según los barrios y las condiciones generales de los edificios.
“La red escolar que tiene Primaria, alrededor de 2.300 edificios, está bien distribuida y cubre, en general, las necesidades. Tenemos el mandato, la responsabilidad de extender el tiempo y de mejorar la calidad de los locales. La ubicación y distribución de los centros está bien. En muchas situaciones hay que modernizar los locales”, agregó.
“El tiempo solo no alcanza, pero sin embargo es condición necesaria. En esto, como en cualquier actividad de la vida, el tiempo es el soporte sobre el cual se producen las oportunidades de aprender, de trabajar, de disfrutar. La modalidad de tiempo completo implica siete horas y media en las que se produce esa oportunidad de interacción con el maestro, de aprender valores, de compartir alegrías, de fortalecer los vínculos y de tener un aprendizaje integral”, dijo.
“Hablamos de aprendizaje integral cuando, además de los contenidos históricos de la escuela uruguaya -matemática, lengua, ciencias, historia, geografía- le incorporamos el Plan Ceibal. Incluso son muchas las escuelas uruguayas que forman parte de la red global, donde se comunican con distintos países. En segundo lugar, la educación física, la recreación, el deporte, que hace a un desarrollo equilibrado de la persona. En tercer lugar las segundas lenguas. Es imperioso manejar un segundo idioma, preferentemente inglés (en algunas escuelas también portugués). La cuarta dimensión es el arte, la sensibilidad y la expresión artística, además del conocimiento artístico que permite generar alternativas a los niños de disfrutar de la música, del teatro, de la literatura y de la expresión plástica”, detalló.
Florit aseguró que con esta modalidad se mejora la asistencia, la retención y se evita la desvinculación. Además se fortalece la capacidad de convivencia de los alumnos y del vínculo de los niños con la institución.
“Un niño que egresa a una escuela de tiempo completo, sale siendo un preadolescente de 11 o 12 años, con la experiencia de una institucionalización prolongada, que disfrutó los espacios educativos durante siete horas y media, que compartió con otros alumnos la jornada y valoró las oportunidades de aprendizaje. No tengo duda de que lo que en países desarrollados es la única modalidad de escuela, en Uruguay lo tenemos que empezar a valorar como el gran desafío de la sociedad: que la escuela asegure las 1.200 o 1.300 horas anuales que es el tiempo necesario para el aprendizaje profundo y de calidad”, concluyó.

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