Ciento cuarenta reclusos se mantienen sin ingerir alimentos desde la cena del domingo

El tema de la Cárcel Departamental, sigue siendo motivo de preocupación, tanto para autoridades, los propios reclusos, sus familiares y población en general. Es evidente que un predio que fue construido para albergar a no más de noventa reclusos, que cuenta hoy con más de ciento treinta, no conserva las condiciones mínimas necesarias, para una convivencia adecuada, planteándose permanentemente, problemas diversos, que reflejan esa situación.
El domingo por la noche, los reclusos decidieron protestar, por la calidad de la comida que se les sirvió en la cena – aparentemente polenta -, negándose todos, a ingerirla. Posteriormente, en el almuerzo de la jornada de ayer, lunes, se mantuvieron en esta tesitura, unos ciento cuarenta de ellos.
El Encargado de Despacho de Jefatura de Policía de Rivera Insp. Ppal. Heriberto Fagúndez dijo a NORTE, que se viene buscando la solución del problema, quitándole mayor trascendencia. Recordó, que el comando viene trabajando en una serie de ajustes, especialmente en materia de controles, subrayando especialmente que en los últimos días se logró recuperar un detector de metales que estaba en desuso, lo que significa mejorar el nivel de seguridad en cuanto a lo que ingresa al recinto carcelario.
El informe, del año 2008, realizado por el Comisionado Parlamentario, para asuntos penitenciarios, Dr. Álvaro Garcé, es contundente en sus conclusiones:
“Además de lo descrito ampliamente con respecto a las condiciones de reclusión, tanto en los hombres como en las mujeres, importa destacar algunos indicadores que revelan la complejidad de la situación actual en la Cárcel Departamental de Rivera.
Las celdas dedicadas a castigo o para el mantenimiento de reclusos en seguridad judicial se encuentran desbordadas: hay celdas en las que habitan hasta 3 internos en un espacio de 1,20 x 1,5 metros. Los mismos pasan gran parte del día encerrados y con dificultades para el acceso a los baños y la atención médica. En entrevistas mantenidas con los mismos se denuncian malos tratos por parte de algunos integrantes de la guardia y dificultades para la atención de las necesidades básicas, Las denuncias refieren desde malos tratos físicos hasta la recepción de ofensas y burlas por parte de algunos funcionarios. En las denuncias recibidas se discriminan las responsabilidades de la Dirección con las de la guardia, ya que se ha comenzado un proceso de comunicación directa con el Director de la Cárcel para la resolución de estas situaciones. No obstante ello la situación de encierro asociada a las medidas de seguridad judicial se tornan inaceptables. Como parte del proceso de acercamiento a la Dirección del establecimiento los internos alojados en estas celdas han comenzado a realizar sus comidas en el pequeño patio en que las mismas se encuentran.
La situación de atención médica es realmente grave, el establecimiento no cuenta con la presencia permanente de un médico, lo que dificulta la atención de las emergencias médicas que cotidianamente aparecen. A ello se suman las denuncias por las demoras en la entrega de los medicamentos y de los resultados de estudios médicos, situaciones que han llegado a la pérdida de algunas historias clínicas o de indicaciones médicas para el tratamiento de algunas patologías.
Existe una importante ausencia de comisiones de trabajo y con independencia del trabajo que se observa en la Chacra Policial, la capacidad de recepción de la misma son muy limitadas, con ello nos encontramos con una población sumida en largas horas de ocio y encierro.
El establecimiento carece de locales apropiados para el desarrollo de actividades educativas, lo que sumado al problema de acceso al trabajo hace particularmente difícil el acceso a formas de redención de la pena.
Los horarios de visitas se reducen a los jueves y domingos de 10:00 a 11:00 horas y de 14:00 a 17:00 horas, en encuentros con los delegados y la Dirección se propuso el mantenimiento de estos días, pero en horario corrido ya que los procedimientos de requisa a los visitantes repercuten directamente en el tiempo de contacto con los familiares. Sin embargo la situación del número de funcionarios policiales se presenta como un obstáculo a esta propuesta”.