Rivera, miércoles 24 de abril de 2024
Presidente José Mujica:

“Las políticas sociales son inevitables para impedir la concentración excesiva de riqueza”

El Presidente José Mujica expresó, en el tramo central de su audición semanal por la emisora M24, la buena disposición de su gobierno para que la transición sea lo menos traumática posible y las nuevas autoridades y su sucesor, Tabaré Vázquez, inicien su gestión el 1 de marzo con todas sus velas desplegadas.
Tras indicar que la transición de gobierno se procesa sin inconvenientes, el Presidente advirtió de los desafíos que esperan a las nuevas autoridades, en especial en materia de infraestructura debido al alto crecimiento económico logrado en los últimos tiempos. También destacó la importancia de las políticas sociales aplicadas desde 2005, que “mejoran el reparto de esa riqueza, evitando la concentración excesiva”.
Reconoció, empero, que el Estado es complicado y que muchas personas necesitarán tiempo para ubicarse en sus nuevos lugares de labor, pero sostuvo que esto debe hacerse porque es importante para que el país pueda seguir creciendo económicamente y se continúe multiplicando el impulso.
Según valoró, Uruguay ha logrado en estos diez últimos años sacudir su estancamiento crónico, principalmente en el interior del país. Para mantener este ritmo de cambios se debe actuar tenazmente, lo cual requiere una transmisión de mando eficaz.
“Pero esto no es un acto o un mero símbolo, es un conjunto de pequeñas operaciones que no pasan a la historia, aunque sí componen la historieta del diario vivir”, apuntó.
Para el mandatario uruguayo, la economía deberá seguir crecimiento como lo ha hecho la última década, porque solo así se podrá acceder a recursos para concretar las tareas pendientes e impostergables, como la ampliación de la infraestructura productiva, los puertos, caminos y otros aspectos.
Ese retraso de la infraestructura se debe, precisamente, a que el crecimiento de la producción nacional fue superior a la necesaria adecuación de las herramientas para sustentarlo y ampliarlo, explicó.
Según Mujica, se trata de algunos puntos críticos, pero positivos, porque su origen está en el crecimiento, aunque no por ello se debe olvidar que marcan el deber del ahora y del tiempo que viene.
Agregó que hay que entender que hay mucho que invertir en infraestructura y que ese desembolso lo tendrá que afrontar la propia producción, que deberá hacerse cargo de los inevitables costos que esto significa.
“Nada viene por generación espontánea ni de regalo de los dioses”, sino que las políticas deben ajustarse a las necesidades del país, indicó.
Mujica advirtió que a los problema de infraestructura se agrega, entre otros, el del tránsito, debido que al igual que en otras partes del mundo se ha incrementado la venta de automóviles. Esto denota un aumento de la riqueza social y tal vez sea una de las consecuencias de la época que nos toca vivir, sostuvo.
Ese aumento de la riqueza social no significa necesariamente más desarrollo humano porque, “por desgracia”, cuando el Estado no interviene regulando el reparto, se tiende a concentrar. De ese modo, si se deja librado al mercado, se crean dos sociedades: una minoritaria que progresa fantásticamente y la mayoritaria que queda al costado del camino, señaló.
Por eso las políticas sociales son inevitables, pues “intentan igualar un poco el reparto de la riqueza que se genera evitando la concentración excesiva”.
Esto tiene contradicciones y resistencias y esa estrategia puede parecer necesaria para unos e injusta para unos. Es uno de los fenómenos más difíciles que tiene la política que, pese a ser en gran parte una ciencia, tiene un aspecto de arte.
La solidaridad social es menguada en nuestro medio, lamentó. A su entender, las empresas privadas tienden a pedir alivios fiscales que el Estado debería volcarlos a lo social.
“Hay muy poco solidaridad privada en nuestro país. Pero ¡cuidado!, esta afirmación no puede ser tomada al pie de la letra, porque existen empresa que ayudan y mucho, socialmente y merecen ser reconocidas, aunque son desgraciadamente pocas”, destacó.
A nivel personal, informó que al finalizar su mandato de cinco años de gobierno habrá volcado al Plan Juntos, integral de vivienda con ayuda mutua de los beneficiarios, el equivalente a unos 400.000 dólares, que provinieron de parte de su salario como presidente y de otras varias acciones y donaciones conseguidas.
Ser militante significa la obligación moral y ética de colaborar con nuestros ingresos líquidos, observó. “Sabemos que no cambiamos el mundo en el que vivimos, pero sentimos y multiplicamos nuestro compromiso con la sociedad”, señaló.
“Se puede gargantear todo lo que se quiera, pero a la garganta hay que prestarle el bolsillo”, especialmente si se habla de trabajar por los más pobres y desvalidos, dijo. “Los que pensamos así tenemos un deber ético”, aseguró.

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