Rivera, jueves 25 de abril de 2024

Lo que debió haber sido una gran fiesta terminó con lágrimas, y no de emoción

En la víspera se llevó a cabo el acto de homenaje a los campeones del interior de 1967. Un acto diferente al que nos tenía acostumbrado la División Deportes de la Intendencia Departamental de Rivera.
En esta oportunidad todo el plantel, más el entonces Presidente de la Liga, y el director técnico del equipo recibirían el reconocimiento de la gente.
Y así fue, con la recreación del relato de parte del partido, jugado ante Florida el 4 de agosto de 1968. Los presentes fueron reviviendo cada momento y se entusiasmaron con el grito de gol de Carlos Cabrera.
Luego el final del partido, la Copa en alto y la emoción reflejada en el rostro de cada uno de los presentes.
Todo era alegría y nadie podía presagiar que todo ello se terminaría un par de minutos más tarde.
Pocos minutos después de finalizado el acto y mientras todos se confundían en un abrazo por el reencuentro y ante la presencia de otros referentes de nuestro fútbol como Pablo Javier Bengoechea, Luis Alberto Huertas, Walkir Silva, Jorge Olavo Remedi, que no fueron campeones ese año pero que estaban allí para entreverarse en un abrazo con cada uno de los homenajeados, a nuestro director técnico lo asalta un paro cardíaco.
Vanos fueron los intentos de una reanimación y la ambulancia que llegó rápidamente para llevárselo a una Asistencial pero llegó sin vida.
Nos quedamos sin creer que aquello era verdad, quisimos encerrarlo dentro de la fantasía del relato pero la realidad nos golpeó muy fuerte.
Hoy Pocholo es un grato recuerdo como tantos otros de aquella época que hoy, un día después del reconocimiento de la gente del deporte riverense, lo recibe para seguir dirigiendo al equipo celeste que ya tiene en sus filas a tantos otros.
Y Pocholo sabrá armar un equipo con César Rodríguez Barboza, Hugo César Acosta, Alfredo Sander, Luis Carlos Pereira, Benicio Cardozo, Nelci Barreto, Roberto Gracés, Elio Silva…

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