Rivera, sábado 27 de abril de 2024

Otro fin de semana sin actividad local: Suspendido el fútbol en sub-15 y en la B

Las dudas ya se habían presentado desde que se conocieron las previsiones del estado del tiempo que anunciaban lluvias para el fin de semana.
El sábado, apenas algunos chubascos y creímos que el domingo pudiera ser igual.
Nada de ello, en horas de la madrugada comenzaba la lluvia y, por momentos fue intensa a pesar que muy pocos la escucharon porque fue entre las cuatro y las seis.
Cuando comenzamos a despertarnos la lluvia era apenas una llovizna y muchos pensaron que la actividad futbolística prevista, se podía realizar.
Poco antes de las siete comenzaban los llamados telefónicos que recibimos todos ante la duda.
El Presidente del Consejo Juvenil iniciaba una ronda de consultas involucrando a dirigentes de clubes participantes y a los propietarios de las canchas donde se debía jugar.
Hubo dudas hasta la lluvia recomenzó, no era intensa pero impedía que se marcaran las canchas y ese ya era un gran problema.
Los dirigentes y técnicos seguían aguardando una comunicación oficial y ya era hora de resolver hasta que el Presidente del Consejo Juvenil resolvió la suspendió de la actividad.
Dos motivos centrales movieron a su determinación, por un lado la salud de los chicos que sin duda alguna debe ser un dato excluyente y primero a analizar porque en estos tiempos complicados no se puede arriesgar a un chico a una gripe.
Pero además porque los escenarios viendo siendo muy mal tratados en estos últimos meses y exponerlos a dos partidos más en un estado como el actual seguramente nos dejaría sin su utilización por algunas semanas.

TAMBIÉN LA DIVISIONAL B
Restaban aún dos horas para que la Divisional B adoptara una decisión.
La lluvia no cesó nunca pero era apenas una llovizna que solamente complicaba a los campos de juego.
Sobre las nueve de la mañana el Presidente de la Liga, junto al Secretario de la Divisional B resolvía la suspensión de la actividad prevista para la tarde.
Basaron su determinación en el mal estado del campo de juego de Oriental.
Allí había mucha agua y era prácticamente imposible marcarla, pero además, en este caso, si se jugaba, había que exponerla a tres partidos que, sin duda alguna, la iba a destrozar por completo.
A partir de ahí comenzaron a escucharse voces a favor y en contra, como siempre sucede, pero, ninguna atiende a las consecuencias que pudo haber traído jugar en estas condiciones.

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