Rivera, martes 23 de abril de 2024

Diputado Aristimuño solicitó que se declare al portuñol como “Patrimonio Cultural Inmaterial del Uruguay”

Diputado Aristimuño solicitó que se declare al portuñol como “Patrimonio Cultural Inmaterial del Uruguay”En la sesión de la Cámara de Representantes, el Diputado Saúl Aristimuño (FA-Rivera) realizó una exposición presentando los motivos por los que solicita que se declare al portuñol como Patrimonio Cultural Inmaterial del Uruguay. A continuación transcribimos las palabras pronunciadas por el Diputado Aristimuño:
“Tenemos claro que nuestro país posee un entramado cultural que lo hace excepcionalmente rico y eso es lo que nos convoca a presentar la iniciativa. Además es una deuda que tenemos con el norte del Uruguay.
La descentralización que tanto anhelamos no pasa únicamente por el hecho de que las decisiones político económicas que se tomen de aquí en más respondan a cada institución o departamento sino, también, por el reconocimiento real de que contamos con una riqueza cultural construida a lo largo del tiempo, en una frontera amplia y generosa, desde Rivera, que muchas veces es desconocida y subestimada por el sur.
Patrimonio es lo que una persona, colectivo o país tienen y sienten como propio. Es lo que tengo y, fundamentalmente, lo que soy. Como lo que soy no todas las personas pueden verlo, hablamos de patrimonio inmaterial. Desde 2003, la UNESCO define como patrimonio cultural inmaterial, ‘los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos, y en algunos casos los individuos, reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural’. El patrimonio cultural inmaterial, que se trasmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, de su interacción con la naturaleza y de su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad, contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana.
En el año 2010 en Uruguay ya han sido declarados patrimonio cultural inmaterial el arte del payador, la murga montevideana, la especie musical conocida como estilo o triste, la milonga en sus diferentes vertientes, el tango y el candombe. Estos dos últimos, inclusive, fueron declarados por la UNESCO patrimonio inmaterial de la humanidad.
El portuñol, como lengua viva de la frontera norte del país, único `producto de la comunicación fronteriza, en nuestra opinión debe ser declarado patrimonio cultural inmaterial. El proyecto que solicita lo antedicho es una iniciativa de Centros MEC Rivera, denominado ‘Jodido bushinshe, del hablar al ser’, y es apoyado por la Dirección de los Centros MEC.
El proyecto no busca más que generar el reconocimiento del portuñol como patrimonio inmaterial y la cultura de frontera, cultura de la frontera que desde los Siglos XVII y XVIII comienza a poblarse, y su gente oscila entre la cultura, los hábitos e intereses de España y Portugal. Desde entonces, españoles y portugueses pujarán por la superioridad que suponían tener en la franja que hoy reconocemos como frontera y que a comienzos del Siglo XIX no era más que una ilusión, ya que el espacio frontera no tenía dominio cultural único.
No cabe duda de que desde el año 2003 el sistema educativo formal reconoce, en forma tardía -pero reconoce al fin-, la situación lingüística de la frontera, así como su historia, su sociedad y su cultura particular; es un reconocimiento que se realiza luego de más de cincuenta años de estudio, ya que las primeras investigaciones datan de la década del cincuenta del Siglo XX.
El reconocimiento por parte del sistema educativo, con el aval científico que le imponen varios autores y lingüistas -desde Hensey en 1972 hasta Behares en 1985- de que la zona de frontera, en especial de los departamentos de Artigas y Rivera, es una zona diglósa debe ser un soporte fundamental para que en la frontera falemo asín. Como una reflexión queremos comentar que la diglosia es la capacidad que tiene una comunidad bilingüe en la que los idiomas tienen funciones sociales distintas, funciones que pueden tener que ver con el dialecto, el sociolecto o el cronolecto, pero que la hacen particular y sus integrantes crecen con una lengua materna que los define como intelectos. Está claro que todo lo mencionado gira en torno a lo cultural-educativo, pero queremos dejar reconocimiento de los derechos de los ciudadanos y las ciudadanas de frontera.
¿Qué buscamos con este planteo? Que todo lo argumentado antes sustente la declaración del portuñol como patrimonio cultural inmaterial para el Uruguay”, concluyó.

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