Rivera, viernes 26 de abril de 2024

La nueva maternidad de COMERI

Teníamos que hacer imágenes, tomar fotografías, de la nueva maternidad que inauguró COMERI el sábado, antes que llegaran los invitados, ver los detalles.
El Dr. Briosso nos hizo pasar, evitó la puerta donde estaba la cinta a cortar en la clásica ceremonia de inauguración, nos condujo al inicio de un corredor y fue la sorpresa, lo inesperado. Como si ya no estuviéramos en el sanatorio, una armoniosa combinación de colores con luces, que no se ve de donde salen. A la derecha, la pared; no es la muralla que separa, es la que nos conduce, decorada con pájaros y con la cigüeña, heroína de nuestras leyendas infantiles.
Colores bien definidos cuyo contraste resaltaban la armonía del conjunto, la sensación de viaje, de estar en otro lugar. “Acá es el lugar donde se cambian los visitantes”, las palabras del Dr. Briosso, me hicieron retornar.
No es una sala de partos, es la sala de nacer, aunque sea lo mismo. El Dr. Nos explica: “anteriormente la señora iba a la sala de parto a tener su bebé, acá ingresa durante el trabajo de parto, está en una cama, esa misma cama se va ‘arreglando’, para que sea la mesa de parto. No precisa salir. En esa misma habitación se le atiende al recién nacido. Cuando sale ya lo va a hacer con su bebé en los brazos y muy bien”.
El Dr. Briosso nos dijo que contaron “con la invalorable ayudad de Rafael, arquitecto de interiores, que nos dio esta visión de más alegría, de salir de aquellos colores propios de un sanatorio, y el cartel de silencio y no sé qué otras cosas que teníamos siempre. Lo dejó de lado para hacer algo más llevadero”.

UNA FRUCTÍFERA HISTORIA
En el discurso de inauguración de la sala de nacer, el Dr. Oscar Briosso dijo: “Corría el año 1983, cuando un grupo de médicos muy jóvenes se reunieron para soñar. Soñaban en formar una sociedad médica que fuera fuente de trabajo y, conjuntamente, beneficiara a la población riverense”.
Esa quimera, difícil de alcanzar, comenzó a tomar vida el 1 de enero de 1984, gracias a un préstamo monetario del químico farmacéutico Federico Díaz, que apostó a ayudar a estos jóvenes universitarios que sólo tenían el respaldo de sus sueños y su empuje de juventud.
Así, en la casa que fuera parte del primer sanatorio de Rivera, con tres enfermeros y tres administrativos, comenzaba la asistencia a sus primeros quinientos socios de la antigua OMA y nacía COMERI como sede secundaria de la misma. En 1987 se independiza e inicia la etapa como mutualista independiente.
“En abril de 1985, inaugurábamos nuestra primera sala de partos, pequeña, medio apretada, con el material mobiliario mínimo imprescindible, pero poniendo todas nuestras fuerzas para que las embarazadas se sintieran cómodas y protegidas, tanto ellas como sus hijos recién nacidos”, explicó.
Agregó que “en 1987 logramos el convenio con el BPS, DAFA, siendo su director el profesor Ramón Rodríguez de Armas, quien siempre nos ayudó y respaldó para que atendiéramos a sus usuarias. Así COMERI llegó a quinientos nacimientos por año”.
“En 1994 se hace realidad el sueño del local propio, con la inauguración de este sanatorio, en su primera etapa de dos mil metros cuadrados. Ahora sí ya contábamos con sala de pre-parto, espaciosa sala de parto, block quirúrgico, etcétera. Pero como todo evoluciona, después de unos años, comenzamos a pensar, ¿por qué no tener una sala de nacer? Así, luego de una serie de ampliaciones del sanatorio, llegamos a inaugurar en este momento nuestro block obstétrico, con amplia nursery, sala de parto, sala de pre-parto, sala de nacer”, dijo el galeno.
El Dr. Briosso agregó que “la mente del hombre es muy inquieta y nos faltaba algo muy importante: ser parte de la formación de recursos humanos. Ya habían comenzado los residentes de anestesiología a hacer pasantías en nuestro sanatorio y, con la llegada del Dr. Federico Bachiano, en 2014, nos pusimos de lleno para conseguir la acreditación y así ser parte de la formación de nuevos químico-obstetras”.
“La evolución es una constante reformulación de uno mismo, y a eso es lo que apunta COMERI. Esta es la primera etapa de un proyecto mayor donde se reformulará emergencia, blocks quirúrgicos, radiología, imagenología completo”, sentenció.
Al concluir, el médico dijo a NORTE: “Para finalizar quiero hacer un reconocimiento muy especial. Porque han sido los que nos han apoyado y nos apoyan en todo momento para que tuviéramos nuestro residente y nos han dado la fuerza suficiente. Me refiero al profesor Justo Alonso y a su staff de la Clínica Ginecotológica C (de la Facultad De Medicina), a la que COMERI se ha asociado para llevar a cabo este emprendimiento y que, además, hemos tenido el grato honor de que nos acompañaran en este acto”. Fotografías: Edilberto Chalela.

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