Rivera, jueves 2 de mayo de 2024

Rivera, Tacuarembó, Artigas y Cerro Largo arrastran las peores cifras económicas del país

Un artículo de Sebastián Panzl, en el diario El Observador, señala que Rivera, Tacuarembó, Artigas y Cerro Largo son los departamentos que acarrean las peores cifras económicas y que siguen divididos a nivel de desarrollo del resto del país. Los sitios más prósperos han sido históricamente aquellos departamentos ubicados sobre el Río de la Plata y sobre el Río Uruguay. El desafío de las políticas públicas es grande: vencer las desigualdades territoriales y acercar mayores niveles de bienestar al resto del país. Pero no es sencillo.
Un estudio realizado por el Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de la República advirtió sobre los serios desequilibrios territoriales que muestra Uruguay. El informe, elaborado en agosto de este año, tomó en cuenta tres parámetros a la hora de intentar echar luz sobre el tema: el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita departamental, la cantidad de empresas por habitante de cada región, y un grupo de variables sociales como la educación, el acceso a la salud y la pobreza.
La sumatoria de esos indicadores permitió discriminar el nivel de desarrollo de los departamentos de acuerdo a las siguientes categorías: alto, medio alto, medio bajo y bajo. Las zonas más depreciadas son justamente las de la región noreste, las que quedan por fuera de la zona de desarrollo: Cerro Largo, Artigas, Rivera y Tacuarembó.
En materia económica, las cifras son elocuentes. Si se toma el índice de PIB per cápita, que expresa el valor agregado de cada para producir bienes y servicios, siendo 100 el valor para la media del país, el desarrollo productivo de Artigas y Rivera apenas alcanza un 69%, mientras que Cerro Largo y Tacuarembó llegan al 71%. Por ejemplo, Montevideo muestra cifras que lo sitúan en un 125% (25% por encima de la media nacional), mientras que Río Negro, de la mano de la inversión de la planta de celulosa de la firma finlandesa UPM, muestra un envidiable 157%.
Adrián Rodríguez, coordinador del grupo de desarrollo local del Instituto de Economía de la Universidad de la República, dijo que en los últimos años ha habido inversiones en esas zonas deprimidas, pero alertó que es muy difícil romper con lógicas que tienen muchísimos años. “El reciente período de crecimiento económico ha venido con nuevos emprendimientos productivos en regiones que antes no recibían estas inversiones. ¿Pero se acorta la brecha histórica de desarrollo entre norte y sur? Esto todavía no se refleja en los indicadores relativos de bienestar. Transformar esto en desarrollo local es un gran desafío, no es algo automático. Es necesario construir capacidades locales y regionales para encontrar los caminos del desarrollo territorial y para eso son claves las políticas públicas”, señaló.
La realidad de estas brechas territoriales es innegable, pero luego entran en juego las diferentes visiones entre el Gobierno y la oposición respecto a qué tan acertadas son las políticas públicas en marcha. A la hora de defender su estrategia, el Gobierno tiene bajo la manga nada menos que la eventualidad de concretar en el centro del país la llegada de la mayor inversión de la historia: la segunda planta de celulosa de UPM.
Luego de la firma del contrato de inversión entre el Gobierno y la empresa, el Director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Álvaro García, fue el encargado de brindar detalles. Y justamente uno de los aspectos que subrayó fue la oportunidad de llevar oportunidades económicas a las zonas deprimidas. “El impacto en la zona centro y noreste del país es extremadamente importante y fue una parte fundamental del proceso de análisis a la hora de llevar adelante esta negociación. Esa zona tiene menor desarrollo relativo que el resto. El empuje que implicaría una inversión de este tipo no solo en la zona del centro sino también en la zona de influencia del noreste es especialmente considerable”, señaló.
El Director de la OPP anunció que, de concretarse la inversión, algo que todavía no ha sucedido, el incremento estimado del PIB per cápita en las zonas de influencia a la planta será de “entre un 10% y un 15%”. El Inspector General del Trabajo, Gerardo Rey, agregó que la inversión generará “más de cuatro mil empleos directos en la zona”.
Sin embargo, las cifras del Gobierno no convencen para nada a algunos jerarcas que viven en las zonas relegadas. El intendente de Cerro Largo, el nacionalista Sergio Botana, discrepó con las promesas oficiales. El jefe comunal criticó la estrategia de planificación territorial del Poder Ejecutivo. “Si la OPP tiene todos los datos acerca de cómo se distribuye el ingreso en Uruguay y sabe dónde estamos los pobres, ¿por qué pone todas las inversiones en otro lugar? Me sorprende. En Uruguay no existe la planificación territorial”, dijo. Fuente: El Observador

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